¿El ejercicio nos hizo tan cerebrales?
El tamaño del cerebro humano siempre intrigó a los biólogos, ya que es el más grande de la naturaleza, cuando lo relacionamos con el tamaño del cuerpo. Sin contar con que tiene una corteza cerebral y unos lóbulos frontales muy desarrollados. Muchas hipótesis han intentado explicar por qué y cómo evolucionó semejante cerebro, una de la más aceptadas hoy en día son que es una adaptación para lidiar con la intrincada y complicada vida social de los primates, que se habría complejizado mucho más entre nuestros antepasados homínidos que comenzaron a caminar en dos patas. Otra indica que esto fue un subproducto, y que el tamaño fue aumentando como una forma de evitar el sobrecalentamiento del cerebro en una criatura acostumbrada a correr y correr como eran nuestros antepasados más cerebrales, los Homo erectus. Ahora una nueva hipótesis vincula el ejercicio y la actividad con la inteligencia y el tamaño del cerebro.
Un pequeño hueso con forma de herradura suspendido en los músculos del cuello cambió la historia del género humano . Se trata del hueso hioides , único hueso del cuerpo que no está conectado a otro, es el responsable del lenguaje hablado, descubierto tan sólo en los Homo sapiens y en los neandertales . Otros animales tienen versiones del hueso hioides, pero sólo los humanos lo tenemos ubicado en la posición ideal para que pueda trabajar al unísono con la laringe y la lengua y así permitirnos ser los únicos animales habladores con vida. Si no fuese así todavía estaríamos gruñendo como nuestros primos los chimpancés. Se cree que el género humano tiene la capacidad de hablar, de forma similar a como lo hacemos hoy en día, desde hace 300 mil años, según aportan datos de huesos hioides fosilizados. Pero no es sólo ese huesito el responsable del habla, sino que para la misma época otro cambio anatómico nos dio las bases del habla, y eso es cuando la laringe bajó. En los niñ
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